El primer casco AGV fue creado en 1947 como solución a la seguridad de los pilotos, que cubrían su cabeza con un sombrero. Se componía de una calota de madera, cubierta de piel y cuero.

Es el comienzo de una marca italiana que con el tiempo se ha convertido en referencia en el campo de los cascos de moto.

AGV tiene a sus espaldas más de 130 títulos de campeón en todas las categorías, y es el casco elegido por uno de los pilotos más laureados de la historia, Valentino Rossi.

Pilotos como Agostini, Sheene o Kenny Roberts convirtieron a la marca en sinónimo de grandes gestas, haciéndose un hueco en el panorama mundial y situándose entre las marcas preferidas por los grandes pilotos.

El punto fuerte de AGV es la aerodinámica. Su afán por minimizar las dimensiones y el peso, da como resultado un casco mucho más compacto y ligero.

Los cascos AGV ofrecen una mayor visibilidad, con una pantalla que permite un ángulo de visión 15º superior a un casco convencional.

Con una ventilación más eficaz, son cascos que ayudan al piloto a mantener la concentración.